No se si me duele porque te fuiste... o por las tres tazas de café que me tomé.

Ternura y Deseo..

La luz que iluminaba su rostro en ese momento, era la oscuridad en la que yo estaba envuelta.
Él, tenía la sonrisa más cínica que mis ojos pudieran haber visto en toda su vida y su inteligencia... Ese arte con el que me mostraba tantas cosas desde una perspectiva diferente sin que yo dejara de creer en mis ideales.
Su ternura con aires y deseo de revolución, se veía opacada por su galanura, aquella que me arrastraba entre nubes pedregosas para elevarme dentro de un vuelo inerte hasta la cima de las nubes, y después, dejarme caer con tal violencia que más que lastimarme me ataba con fuerza a él, amortiguando así la caída en praderas de furiosos rosales.. Todo él, era un extasis de ternura y deseo.