No se si me duele porque te fuiste... o por las tres tazas de café que me tomé.

Escala en la Yugular.

Hoy sentí de nueva cuenta
tu violento abrazo sobre mi cuello,
como horca mortal apretabas mi garganta, 
el aire era poco y no te interesaba saber más,
 tu humanidad contra la mía era lo que importaba;
Una vez más contigo,
ante toda la gente que nunca se percató del sufrimiento al que me condenabas, 
robándome el aliento en forma bestial, 
y ahí seguías tú... abrazándome por el cuello. 
Hoy vuelves a ese dónde estarás hasta nuevo aviso, 
para esperar tranquila a ser cogida nuevamente por mi inocente mano 
que te guiará por entre mi cuello
 trazando un camino sin memoria del daño que ocasiona tu elegante y pomposa compañía.


~Rafael Ibarra De La Torre.